domingo, 5 de diciembre de 2010

Guía Personal Para la Ciencia

   Llegamos a nuestras casas cansados de haber pasado todo un día en el trabajo, nos quitamos lo zapatos, nos servimos un vaso de leche fresca, nos recostamos en el sofá y prendemos la tele. ¿Y qué es lo primero que vemos? Uno de esos anuncios sobre una mágica pulsera capaz de hacernos adelgazar, solucionar nuestros problemas cardíacos, mejorar nuestra postura, y cualquier otro problema que se le ocurra al lector; pulsera tan magistral que ni el mismo Harry Potter soñó con algo parecido ni en sus mejores sueños (y vaya que ha tenido sueños muy buenos). Es sorprendente que su inventor no haya ganado un Premio Novel por haber descubierto fuerzas hasta antes desconocidas que actúan sobre nuestro cuerpo. Y lo mejor de todo ¡El funcionamiento de la pulsera dice estar comprobado científicamente!.

   Hagamos una pausa aquí para aclarar este punto ¿Qué significa que algo ha sido comprobado científicamente? ¿A caso unos científicos sin vida social, que pasan todo el día en los laboratorios, han realizado unos hechizos de procedimiento desconocido para el ciudadano promedio sobre el objeto para probar su efectividad? ¡Por supuesto que no! El verificar algo científicamente quiere decir que ha sido probado varias veces en experimentos, y que en ellos a demostrado funcionar de cierta manera y con cierta regularidad. Esto me lleva a pensar ¿A caso la pulsera fue probada científicamente? Lo dudo mucho.

   “¿De casualidad estas proponiendo que el anunciante nos está mintiendo?”-Estará pensando aquel que lea esto. Si, lo estoy proponiendo, esa es mi hipótesis. Hasta el momento, en mis clases de Biología y Física, y en los libros y artículos que he leído, no he oído nombrar ningún mecanismo real y comprobado por el cual estas pulseras pudieran funcionar. Además, existen varias razones por las cuales el mercadólogo que hizo el anuncio pudiera estar mintiendo (para convencer a la gente de comprar su producto, sobre todo). O tal vez no está mintiendo, solo está contando la verdad de una manera deformada; A lo mejor hicieron un experimento con tres o cuatro personas con sobre peso y padecientes de diversos males de la salud (lo cual significaría una muestra poblacional muy reducida); les dijeron que usaran las pulseras, y al mismo tiempo las medicaron y las hicieron ir al gimnasio. Al final del experimento, la gente pudo haber bajado de peso y mejorado su salud, obviamente las pulseras no tuvieron nada que ver en el proceso (como mucho habrán servido de placebos), pero para el vendedor, esta información le es suficiente para promocionar su producto. Claro, este es un ejemplo que he inventado y definitivamente no lo he comprobado. Solo estoy proponiendo una explicación.

   Por fin, después de un largo sermón, llegamos al momento de la lectura donde el escritor se decide a plasmar las ideas que inspiraron la creación del artículo. Y es que, verdaderamente, todos podemos ser científicos, y en cierta forma, siempre lo hemos sido, solo que inconscientemente y solo para ciertos casos. Ser científico no significa que vayamos a describir alguna nueva ley del movimiento planetario, o alguna relación entre los agujeros negros y los perros calientes. Ser científico es una forma de pensar, una forma de enfrentar los hechos que se nos presentan en la vida, y de juzgar los nuevos conocimientos que nos son presentados. Y por todo lo anteriormente mencionado en el párrafo, es por lo que he disidido escribir una pequeña guía para ser un buen científico. La guía no intenta ser un instructivo que ha de seguirse al pie de la letra y sin cuestionar, de hecho sería muy gratificante para mi que el lector cuestionara cada uno de los puntos que a continuación escribo, y que sacara de ellos aquello que, después de haber sido juzgado críticamente, considere provechoso; pues yo no soy quien para imponer mis ideas al mundo, solo soy alguien que las propone.

Guía personal para la ciencia:
1)Se escéptico, duda de todo, ¡pregúntate!

2)No creas en las cosas a menos de que estén respaldadas por pruebas.

3)Es imposible estar 100% seguro de algo. (Excepto de temas muy particulares y pasados, como por ejemplo: Monterrey le ganó 3-0 a Santos en la final del Fútbol mexicano).

4)En la ciencia no hay autoridades, nadie monopoliza la verdad. Todos podemos estar equivocados.

5)Usualmente una idea que se creía verdadera es demostrada ser falsa. Cambia de opinión, no hay nada de malo en eso.

6)Un científico es chismoso y curioso, los paparazzis de la naturaleza.

7)Ante la duda, experimenta.



   Apostaría mi fortuna a que todos hemos sido científicos cuando menos una vez en nuestras vidas. (La última vez que dije lo mismo, un amigo me respondió diciendo: “Eso es fácil de decir, tu no tienes fortuna”).

   Y recuerde, dude de todo -incluyéndome- y formule sus propias conclusiones.