domingo, 29 de enero de 2017

Todos somos migrantes...Y este punto azul pálido es nuestro hogar

Esta tarde mis amigos y yo discutimos (intensa y prolíficamente) sobre si la bandera nacional mexicana es o no una buena manera de simbolizar la unidad de los mexicanos y el rechazo que sentimos hacia la "criminalización de la migración" (así como a su indigno homenaje, el muro de Trump). Yo no estoy de acuerdo con la idea de usar la bandera nacional (o su escudo) pero sí creo necesaria hacer pública una postura de rechazo al racismo y la xenofobia. Por lo tanto decidí hacer un sencillo cartel que refleje mi sentir al respecto. 




La criminalización de la migración consiste en fomentar una política de seguridad pública injustificada y asimétricamente punitiva para con los migrantes, a pesar de que existe evidencia de que éstos no presentan una mayor tasa de criminalidad que los nacidos en Estados Unidos (incluso que son menos propensos a cometer crímenes) [1]. Criminalizar a los migrantes, en esos términos, es el primer paso para generar una propaganda de odio que delimita a un otro extranjero a quien culpar y en quien justificar un nacionalismo de corte fascista.

Aquel es un grave problema al que no se enfrentan únicamente los mexicanos. Creo que los procesos migratorios, sus orígenes y consecuencias, deben ser abordados desde la cooperación, por lo tanto en lugar de recurrir a un símbolo nacionalista prefiero una perspectiva que muestre solidaridad para con la humanidad, para con todos los que se encuentran en la misma circunstancia: migrantes centroamericanos, mexicanos, refugiados y gente en busca de refugio.

Tanto los humanos (como diversas especies que viven en nuestro planeta) buscamos incansablemente mejores condiciones de vida o a veces no tenemos más remedio que huir de donde es imposible vivir. En ese sentido ¡todos somos migrantes! Las culturas son el resultado de una historia de mezclas, de movimientos constantes de pies y de ideas. El capricho y delirio de superioridad de un individuo o grupo social no puede o no debe cegarnos de ver todo lo que compartimos, así como a privilegiar el diálogo y negociación cuando hay desacuerdos.


La imagen que elegí de fondo para el cartel es conocida como “Punto azul pálido”. Es de los primeros retratos que tenemos de nuestro sistema solar, capturado en 1990 por la sonda espacial “Voyager 1”. A unos seis mil millones de kilómetros de distancia, nuestro planeta parece un frágil punto azul pálido [2]. Una de las reflexiones más bellas, a mi parecer, sobre la fragilidad y fugacidad de la existencia humana fue escrita por el astrofísico Carl Sagan en su obra “Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio”: 


“Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos..."


Fuentes:
[1] Para una argumentación más extensa sobre este tema se puede ver: "The Criminalization of Immigration in the United States" by Walter A. Ewing, Ph.D., Daniel E. Martínez, Ph.D., and Rubén G. Rumbaut, Ph.D. American Immigration Council: Special Report July 2015. https://www.americanimmigrationcouncil.org/sites/default/files/research/the_criminalization_of_immigration_in_the_united_states.pdf
[2]http://visibleearth.nasa.gov/view.php?id=52392