sábado, 9 de julio de 2011

El Discurso de Graduación

Cuando escogí ser la persona encargada de dar este discurso el día de hoy el primer pensamiento que transitó por mi mente fue: “¡Demonios! Casi nadie va a estarme prestando atención mientras hablo, algunos de ellos por que no me van a poder entender (el discurso original es en inglés) y al resto simplemente no les interesará lo que tengo que decir.” E inmediatamente arribó a mi mente otro pensamiento, que al encontrarse con escaso espacio dentro de mi cabeza, izó a un lado el primer pensamiento mandándolo rápidamente al olvido: “¿Sobre que tema se supone que escriba un discurso de graduación?”.

     Pude haber escrito en este discurso una larga lista de recuerdos de la escuela, o tal vez relatar unos cuantos dulces recuerdos que hemos compartido juntos. Pero sería muy injusto hablar sobre cualquiera de estos temas, debido a que no he compartido con cada uno de ustedes una misma cantidad de tiempo; por lo cual el discurso estaría cargado de recuerdos sobre las personas con las que me relacioné más estrechamente, y dedicaría vagos pasajes a todos aquellos que, aunque sin duda aprecio, no llegaron a ser tan cercanos a mi.

     Así que, después de mucho pensar (o más bien, no tanto), decidía hablar sobre nosotros, las personas, y sobre las expectativas que tenemos puestas en la vida. A cerca de las cosas que nos identifican como miembros de la misma especie.

     Estamos viviendo un periodo de nuestras vidas, y al igual que en cualquier periodo en la vida, en el estamos decidiendo la clase de futuro que queremos para nosotros mismos. Tal vez algunos de ustedes no se hayan percatado todavía de este hecho, o a lo mejor la mayoría ya lo hizo. Pero lo cierto es que hay muchas maneras de ser un ser humano, por que no existe una mejor forma de ser uno. La riqueza en la cantidad de opciones es la razón por la cual es muy difícil escoger un camino en la vida, o al menos eso es lo que nos han contado. Yo considero que la parte más difícil al escoger el camino por el cual deambularemos en la vida es que, de hecho, no existen caminos preconcebidos de los cuales podamos escoger. Por esta razón estamos obligados a inventarlos y a construirlos.

     Este proceso de invención-construcción en el cual estamos inmersos no fue empezado directamente por nosotros mismos, fue iniciado en nuestras casas por nuestras familias, en nuestras escuelas por las instituciones educativas en donde estudiamos y en todos aquellos lugares e instituciones en donde los deseos sociales hacia sus integrantes se manifiestan. Pero una vez que la infancia ha terminado nos enfrentamos a un proceso de selección en el cual descartamos, consciente o inconscientemente, aquellos comportamientos y formas de pensamiento que no embonan con el tipo de personas que queremos ser. Y por estas razones yo considero que nosotros los humanos somos inventores; por que constantemente nos estamos inventando y reinventando a nosotros mismos.

     El tiempo está en constante movimiento, y debido a eso el futuro esta eternamente cambiando. Por lo cual, hoy no somos las personas que seremos mañana. Pero en cierto sentido, en estos momentos estamos construyendo las bases en donde nuestros futuros “yo” se asentarán.

     Ya que nosotros somos nuestros propios inventores e invenciones no es difícil entender por que no existen dos personas que piensen de la misma manera. Hay gente con diferentes ideas políticas, distintas reglas morales, diversas religiones, con varios puntos de vista a cerca de la sexualidad, y así podría continuar indefinidamente enumerando todas las cosas en las cuales nos diferenciamos. Y ahora me he dado cuenta de que todas estas diferencias son las que nos identifican como humanos. Y aún más importante, si todas nuestras personalidades son meras invenciones de nosotros mismos, no hay ninguna personalidad que pueda ser colocada en un podio sobre las demás. Todas las personalidades y formas de pensar son tan reales y validas como las otras. El hecho de que yo piense acerca de un tema en determinada manera no significa que todo aquel que no comparte mis ideas está mal, tampoco que yo este equivocado. Solo quiere decir que yo he creado una manera de pensar que embona bien con el tipo de persona que quiero ser.

     Finalmente, yo se que es imposible hacer un deseo objetivo, ya que simplemente la idea de desear involucra anhelo, y el anhelo nace de nuestros propios sentimientos. Así que todo deseo es subjetivo, y esta es la razón por la cual mi siguiente deseo hacia ustedes está impregnado (al igual que todo el discurso) con mis propias ideas y sentimientos:

     Sinceramente deseo que ustedes lleguen a ser seres humanos felices, con la capacidad de entenderse a ustedes mismos como uno más de los miles de millones de seres semejantes que comparten sus mismas condiciones de inventores e invenciones de ellos mismos. Y que serán capaz de encontrar la libertad en la misma medida en que sean capaces de entender, proteger, valorar y compartir la libertad de los demás.

                                                      Su amigo:
                                                           Jorge Laris

1 comentario:

  1. El mejor discurso de graduación que he leido. Ojala lo hubiera escuchado.

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