martes, 8 de septiembre de 2015

¿Para qué sirven los plurinominales?



Probablemente hayan oído hablar de los plurinominales. La palabra tiene aspectos técnicos, aunque aquí en México la usamos para referirnos a los diputados o senadores que llegaron al congreso sin haber ganado una elección y que son electos mediante una fórmula de representación proporcional. Está bueno, pero uno no conoce la naturaleza de una especie de pájaro solo por haberle puesto nombre y apellido, así que para aclarar lo que significan estas palabras propongo que tomemos el siguiente barco al archipiélago de Ejemplistán. 


      Supongamos que Ejemplistán es un país muy pequeño, y por ello su congreso está compuesto por sólo 5 diputados, cada uno representante de una de las 5 provincias en que se divide Ejemplistán. Conocidas como Ja, Je, Ji, Jo y Ju, y que pueden apreciarse en el mapa. De tal manera que cada provincia elige solamente un representante para el congreso. 

Jorge Laris 

      En el año 2000 hubo elecciones para la Cámara de Diputados de Ejemplistán. Por el bien de la sencillez, cabe destacar que el sistema partidista de dicho país es un bipartidismo, en el que el Partido Mermelada y el Partido Chocolate se reparten el control del gobierno. De tal suerte que los ciudadanos al acudir a las urnas sólo pueden votar por el candidato del Partido Mermelada o el Partido Chocolate o anular su voto. Pero como fue un muy buen año para el país, ninguno de los 50,000 votantes recurrió a esta última opción. 


       Al día siguiente de las elecciones, los ejemplisteños se levantaron temprano para toparse con la sorprendente noticia de que el Partido Mermelada había ganado por estrecha diferencia en cuatro de los 5 territorios. La elección había sido especialmente pareja en el territorio de Ji, dónde los mermelados obtuvieron apenas una ventaja de 2% sobre sus competidores. Los resultados se presentan en la tabla de abajo. 

Territorio
Votos para el Partido Mermelada
Votos para el Partido Chocolate
Ja
54%
46%
Je
59%
41%
Ji
51%
49%
Jo
53%
47%
Ju
48%
52%

      Lamentablemente para los ejemplisteños, los asientos del congreso se reparten solamente por medio de la elección directa, así que sólo los candidatos ganadores en las elecciones tienen derecho a un puesto. Como consecuencia, la disparidad entre los votos y la distribución final de la Cámara de Diputados de Ejemplistán es rotunda, como se muestra en la siguiente gráfica de pasteles.
Jorge Laris
      Resulta entonces que el 80% del Palacio Legislativo estará ocupado por miembros del Partido Mermelada. Cosa que no ocurría desde principios del siglo XIX y que causó mucha preocupación en los miembros del Partido Chocolate y más disgusto aun en sus votantes, quienes no se sentían adecuadamente representados por la nueva distribución del congreso.


      Imaginemos, pues, que ante el triste panorama un científico loco ejemplisteño inventa una máquina del tiempo que le permite regresar a 1998, dos años antes de las elecciones, y se las ingenia para convencer a los congresistas de su país para que reformen la ley electoral. De tal manera que el nuevo texto de ley permita la elección de diputados por medio de la representación proporcional. 


      La nueva ley contempla agregar 4 diputados de representación proporcional a los 5 existentes de elección directa. Representación proporcional significa que los nuevos asientos serán repartidos de acuerdo al porcentaje de votos que cada partido obtuvo en la jornada electoral, en lugar de dárselos directamente al ganador. También, para hacer más certera la repartición, se prohíbe que algún partido acabe con 8% más de representación en el congreso del que tuvo en las elecciones. Es decir, si un partido obtuvo 30% de los votos en la jornada electoral, no podrá tener más del 38% del congreso. 


      La nueva ley se estrenará en las elecciones del año 2000, donde se repiten exactamente los mismos resultados que habían acaecido en el universo alternativo. Por suerte, en esta nueva temporalidad existe una ley de representación proporcional. De modo que la brecha entre los votos y la representación legislativa no será aquí tan grande. La nueva ley entra en acción.  
 

      El primer paso es determinar cuántos de los 5 asientos repartidos por elección directa le tocan a cada partido. Esto es fácil. El Partido Mermelada ganó en 4 territorios por lo que le tocan 4 diputados, mientras que el Partido Chocolate ganó solamente en un territorio, por lo que se queda con 1 diputado. Pan comido.


      El siguiente paso es un poco más complejo. Consiste en determinar cómo se repartirán los 4 asientos restantes de representación proporcional. La ley señala claramente los pasos. Primero, se calcula un cociente natural, que no es más que el número total de votos dividido entre el número de asientos que se van a repartir en el congreso de manera proporcional. 


Cociente natural: (Total de votos/Asientos disponibles) = (50,000/4) = 12,500



      El siguiente paso consiste en dividir el número de votos de cada partido entre el cociente natural obtenido arriba. El resultado será el número de asientos plurinominales que se le darán a cada partido.


Asientos de representación proporcional para el Partido Mermelada: (Votos para Mermelada/ Cociente natural) = (26,900/12,500)= 2.2 2


Asientos de representación proporcional para el Partido Chocolate: (Votos para Chocolate/Cociente natural) = (23,100/12,500) = 1.8 2



      Redondeando los resultados vemos entonces que a ambos partidos les tocan 2 asientos. Sumando los diputados de representación directa a los nuevos diputados de representación proporcional observamos que el Partido Mermelada tendrá 6 diputados y el Partido Chocolate 3. La nueva repartición de la cámara se muestra abajo. Aun no es una representación exacta de lo que votó la gente, pero ciertamente es más cercana que la primera vez.

Jorge Laris

      ¡Pero esperen! ¡Qué bochorno! ¡Hemos olvidado por completo que la nueva ley electoral prohíbe explícitamente que algún partido acabe con más del 8% de representación del que obtuvo en las urnas. El Partido Mermelada ganó el 53% de los votos, pero al tener 6 de 9 asientos en la cámara controla el 67% de esta. Esto es más del 61% que le permite la ley ¡Qué pena! Tendrá que donar uno de sus asientos a la oposición. Y cómo la única oposición es la de los chocolatosos, ellos reciben el asiento. Ahora que hemos arreglado este pequeño detalle, esta será la nueva distribución del congreso.

Jorge Laris 

      El paralelismo entre los votos y la distribución de la cámara ha mejorado bastante, aunque sigue sin ser exacta. Es importante mencionar que existen varios métodos para organizar sistemas que tomen en cuenta la representación proporcional. Por lo que hay gente que se dedica a pensar cómo hacer modelos más representativos. El ejemplo aquí dado no es óptimo ni mucho menos, pero es muy semejante al que se utiliza en México para distribuir los asientos de representación proporcional en los congresos. 


      En México, la Cámara de Diputados de la Federación se compone de 500 diputados, 300 de los cuales son electos mediante la fórmula de la representación directa y 200 por medio de la fórmula de representación proporcional. Además de que ningún partido puede tener una representación superior al 8% de los votos que obtuvo, el límite de asientos máximos al que puede aspirar un solo partido es de 300. En la Cámara de Senadores 64 representantes son elegidos de manera directa y 32 de forma proporcional. 


      Sabiendo esto, podremos valorar mejor la manera en que quedó dividida la cámara de diputados tras las elecciones de julio del 2015. Abajo podrán observar la división final de dicho recinto, comparada con la votación general y con la manera en que hubiese sido repartida la cámara  si no existiesen los plurinominales. Nos damos cuenta de que la fórmula de representación proporcional ayudó a quitarle asientos al partido dominante, el PRI, y a repartirlos entre los demás partidos. Los partidos que perdieron el registro (PT y PH) no reciben diputados de representación proporcional y tampoco los candidatos independientes. 

 
      Vemos pues que la repartición de la cámara aun no representa exactamente a los votos de las personas, pero también observamos que es un poco más cercana a la votación efectiva que si no existiesen los diputados plurinominales. Si gustan un ejemplo de la vida real de lo que puede suceder cuando no existe la representación proporcional en un congreso, vean lo que sucedió en las últimas elecciones parlamentarias en el Reino Unido. Hay una brecha muy grande entre lo que la gente votó y la composición final del parlamento.

Fuente: GCP Grey
      He decidido traer este tema a colación porque en nuestro país los diputados y senadores plurinominales tienen una mala reputación, bien ganada, porque suelen ser personajes a los que sus partidos les asignan los asientos proporcionales como premios. Por este medio, políticos que son valorados como especialmente corruptos y gañanes obtienen un puesto de representación popular. Sin embargo, vemos que la idea detrás de su existencia tiene sentido e importancia. La ley de la representación proporcional en nuestro país ciertamente es imperfecta, tiene muchos errores y necesita reformularse y mejorarse. Pero creo que antes de convencernos de que el país estaría mejor sin los diputados plurinominales, es decir, antes de decidir eliminar esta fórmula de representación, debemos de ser conscientes de lo que estaríamos perdiendo.

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