domingo, 30 de agosto de 2015

¿Emoticones de colores en contra del racismo institucional?

A partir de la actualización 8.0 del Estándar Unicode, podemos seleccionar entre cinco diferentes colores para representar tonos de piel en los emoticones; es decir, los emojis que representan expresiones faciales o posturas del cuerpo. Podemos acceder a los modificadores de color haciendo click en un “emoticon default”, el cual es de un “color irreal” para la piel humana: en este caso color amarillo pollito. Supongo que, a menos de que tengamos una ictericia severa, probablemente no nos sentiremos representados por los emoticones default. 


Por ejemplo, en esta imagen el emoticon default es de un "gris irreal".


Fuente: Unicode Standard Report

     Para seleccionar los cinco colores que representan los tonos de piel, el Consorcio Unicode, se basó en la “escala Fitzpatrick”. La cual fue desarrollada por el dermatólogo americano Thomas Fitszpatrick para clasificar la respuesta típica de diferentes tonos de piel a la luz ultravioleta. Cabe mencionar que, de los seis tipos de tonos de piel, el Estándar Unicode a fusionado, por su similitud en la escala de colores, el tipo I con el II. 


          Si bien, el Consorcio Unicode no lo expresa explícitamente, el hecho de escoger una clasificación desvinculada de caracterizaciones culturales, así como un emoticon default “neutral” nos podría estar hablando de una precaución detallada, por parte de la organización, para no caer en una decisiones que puedan ser juzgada de racista. Es decir, en la vinculación de rasgos corporales externos (como el color de piel) o internos (como la sangre) con una supuesta naturaleza cultural y conductual de los grupos sociales, que resulta en prácticas de jerarquización, inferiorización y/o exclusión. 

        El Consorcio Unicode declara que su objetivo es lograr, en su sistema de codificación de pictogramas, una mayor representatividad de la diversidad humana. Si bien, el color de piel no es el único rasgo por el cual los grupos humanos pueden asociarse y/o diferenciarse, tiene un fuerte peso simbólico y político. El tono de piel ha sido uno de los más potentes marcadores, por el cual históricamente se ha jerarquizado a los grupos sociales en un espectro en el que el blanco corresponde a un pensamiento, moral y cultural superior y el negro a uno inferior.

    El sociólogo francés, Michel Wieviorka ha propuesto que el racismo explícito y sistematizado en políticas de explotación e incluso exterminio se fue desarrollando con el proceso de colonización y alcanzó su pico con el holacausto nazi. Para este pensador el racismo en su versión “clásica” surge de un doble movimiento: la expansión europea (colonización e imperialismo) aunada a la gestación de fuertes nacionalismos europeos. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial comenzó un proceso profundo de deslegitimización del racismo en su versión “clásica” e incluso “científica”. Sin embargo, deslegitimización no implica desaparición. En la época contemporánea seguimos sorprendiéndonos con brotes de racismo en su versión clásica. Cabe recalcar que el apartheid en Sudáfrica inicia a mediados del siglo XX y concluye en 1994, cuando por primera vez en la historia del país la población negra ejercicio su derecho al voto.

       Para los fines de este comentario me interesa más el mecanismo del  “racismo institucional”. Una propuesta de Stokely Carmichel y Charles Hamilton, dos defensores de los derechos civiles de los afroamericanos. En su libro, Black Power: the Politics of Liberation in America proponen que, si bien, el racismo en Estados Unidos puede ser explícito también se reproduce de manera más sutil pero no menos peligrosa. Para Carmichel y Hamilton el racismo institucional es un mecanismo social estructural, que implica la discriminación rutinaria a la población negra en los ámbitos más diversos: los medios de comunicación masiva, la escuela, la cárcel, la calle. Este mecanismo no es consciente ni se expresa explícitamente en el discurso público. Permite una buena conciencia compatible con convicciones racistas.

        Los famosos comics sobre el  “white privilege” (privilegio blanco) ejemplifican este concepto:




Fuente: http://www.liberalamerica.org/2014/01/24/comic-strip-explains-white-privilege/

      Si bien la organización Unicode en su discurso no asume una postura explícitamente antirracista, en la práctica puede contribuir a combatir el racismo institucional ¿por qué? En la actualidad, el “Estándar Unicode”, es el sistema universal de codificación de caracteres dominante. Incluye miles de caracteres de uso común y con cada actualización ha ido agregando más. Ha codificado lenguas vivas y muertas así como sistemas no alfabéticos: símbolos matemáticos, musicales y ¡emojis!  Es una sorpresa que a partir del 2015 podamos acceder a marcadores de color para representar variados tonos de piel. Sólo tuvieron que pasar cinco años desde la incorporación en 2010 de los emojis japoneses al Estándar Unicode para este avance.

        El estándar Unicode está presente en la mayoría del software que utilizamos todos los días y entre sus miembros principales, hasta el 2014, resaltan empresas como Adobe Systems, Apple Inc., Google Inc., IBM Corporation, Microsoft Corporation; gobiernos como el de la India, Bangladesh y Pakistán y universidades como la Universidad de California en Berkeley. 

        Muchas de esas empresas juegan un rol hegemónico en la comunicación masiva y ésta última afecta significativamente nuestra vida personal. Todos los días, a través de la televisión, el periódico, las revistas, las películas y los anuncios publicitarios nos vemos envueltos en una ráfaga de imágenes y discursos en los que el cuerpo se torna central. A pesar de que el tipo de cuerpo seleccionado varía con los tiempos y con las regiones, en los medios locales predomina un cuerpo blanco, delgado e incluso joven y sexualizado. En consonancia con este fenómeno podemos entender, en parte, otros como el incremento de las cirugías estéticas, de problemas alimenticios y de imagen corporal (como la anorexia, la bulimia y la vigorexia), pero también nos ayuda a entender una de las maneras por el cual sigue existiendo un racismo tácito a grupos sociales que no portan el cuerpo con los rasgos estereotipados. Mientras más representación de personas, con diversos tonos de piel, formas de cabello, estatura …, encontremos podremos asumir de manera más natural que nuestras diferencias de pensamiento no radican en cómo nos vemos.

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